Anoche se celebraron en Barcelona los Premios Botón Mango a los que acudió la actual imagen de la marca, Scarlett Johansson, y decenas de famosos. Durante la cena, la actriz americana compartió mantel y conversación con el líder de Convergència i Unió, mientras José Montilla (actual presidente) quedó apartado de los focos.
No creo que fuera pura casualidad. Mientras Artur Mas estaba custodiado por la estrella de la noche, Sacrlett Johansson, los organizadores del evento colocaron al presidente de la Generalitat lejos de los focos (quizá porque no habla inglés o porque consideran que le quedan tres telediarios ). Ante la oportunidad que se le presentó (no todos los días uno cena con Scarlett Johansson, aunque sea con cientos de personas como testigos), el líder de la oposición catalana inició su coqueteo. Eso sí, hasta lo que sé, un flirteo únicamente electoral: “Si vuelves a Barcelona y soy el governor, llámame”. Y así señores, de un golpe, la musa de Woody Allen entró en la campaña electoral catalana.
Los dos comensales, además de hablar de la capital catalana y del vino, conversaron sobre política y sobre el apoyo que la actriz dio al presidente de Estados Unidos Barack Obama.