Si escucháramos las palabras («Si yo pudiera…», posibilidad en primera persona del singular), entenderíamos que es una propuesta (a la reflexión) no una imposición. Si observáramos el lenguaje corporal (risita irónica = burla; levantamiento de ceja= ¿tú, pequeño piltrafilla, pretendes vacilarme a mí? Te vas a enterar…; rascarse la nariz=no estoy de acuerdo con lo que estoy verbalizando; boca hacia abajo=no me gusta la idea que me estás planteando pero tengo ganas de escandalizaros un ratito, pequeños burgueses reaccionarios…), entenderíamos que es una provocación (generar polémica) no una convicción (por lo menos, no es suya). Vista la repercusión y los debates en torno al tema, #doblemanga ha logrado su objetivo. #shewins #comunicacióndeguerrilla