Los resultados del 27-s me han pillado volando. Aprovecho la escala para apuntar unas breves notas. Ahí van.
Aunque Junts pel Sí recoja distintas sensibilidades estéticas e ideológicas, ayer los tres tenores (Romeva, Mas y Junqueras) determinaron que era noche de americana. Romeva combinó unos chinos con una camisa negra (pecholobo), un blazer gris y unas Converse (pijiprogre). Mas fue fiel a su estilo conservador pero sabiendo la indumentaria informal que iban a adoptar los demás: pantalón marrón, camisa blanca, americana negra y zapato de cordón marrón. Y Junqueras… Pues Junqueras apareció con la camisa de manga corta con la que había ido a votar por la mañana (jamás manga corta bajo una americana, aunque no se vea), la chaqueta gris 20 tallas mayor y los viejos mocasines. Además, mientras Romeva y Mas cruzan las piernas al sentarse (elegancia); el líder de ERC bloquea los pies (cruzar los tobillos), gesto muy propio cuando te sientes excluido o no te atreves a decir la tuya.
Sí, Mas celebra «la victoria» con Juvé i Camps. Una bebida muy propia. Ahora, ¿beber a morro? Eso no lo haría el president Mas. Es una foto que podríamos clasificar como «pa lo que me queda en el convento…».
Inés Arrimadas estaba anoche radiante. Lástima que no se sacara la chaqueta fea y dejara ver bien el vestido rojo. Ojo con el canalillo… #pecholobofemenino
Queréis transmitir tristeza por un «resultado decepcionante» pero lo que acabas comunicando es hastío infinito. Aunque exista un fracaso, el líder siempre debe contagiar optimismo y esperanza. El boli en el bolsillo, el sujetador marcándose bajo un satén de poliéster verde, los pantalones desencajados de la cadera… Así, claro que #nosepuede.
Este hombre sí que da pena. Pobrecico. Cabeza y mirada baja, manos intentando consolarse con un trozo de papel y un bolígrafo como el niño aquel que debe entregarle la cartilla de las notas a su padre cuando ha suspendido hasta plástica.
Batacazo también del PP. Me quedo con esta instantánea en la que Andrea Lévy, vestida de azul, se enfada como una niña chica: morritos y brazos cruzados.
Que conste que llevo días reprimiéndome un #loveBaños. Pero que sepan que el jueves sacó tiempo y se fue a cortar el pelo y yo morí de amor nuevamente. La camisa de manga corta con la que fue a votar no me convenció (siempre es más elegante la manga larga) pero por la noche celebró su pequeña gran victoria con camisa blanca y manga arremangada. En fin. que los picos cuquis de la CUP gobiernen el mundo. De momento, no los hay más coherentes.