Ada Colau no ha asistido a la pasarela #080bcnfashion. Y aunque fue invitada a todos los desfiles, no se ha dignado en contestar. Y yo, que trabajé tres ediciones como coordinadora de la 080, sólo puedo alegrarme por la sabia decisión de la alcaldesa, pese a que sospecho que no fue una decisión muy meditada… Pero si quiere, le doy mil razones para no formar parte de ese circo bochornoso en el que la política catalana, con muchísimo dinero público, ha convertido un proyecto que nació con la intención de internacionalizar a los diseñadores independientes (nada de Mango, Desigual o Custo). Es más, le pasaré el teléfono de una de las personas que más sabe de moda en este país, Vicenç Mustarós, al que podemos considerar el líder de la PAT (Plataforma de Afectados por el Téxtil) y que acabó enfrentándose a la Generalitat (tripartit) él solito.
El que sí asistió, así como la primera dama catalana, fue Xavier Trias. El alcalde aprovechó para soltarle una pullita a su sustituta: «Ya se enterarán de la importancia que tiene todo esto. Y si no, mal vamos». Ya, claro… ¡¡¡PERO QUÉ MORRO!!!!
PD. En Madrid ocurre lo mismo.