Basta con que tengan de invitado a un presidente de EEUU para que China saque todo su armamento escenográfico. Así lo hicieron anoche cuando recibieron a los representantes de los países miembros del APEC, entre ellos, Barack Obama. Y aunque desde 2011, el estadounidense dejó claro que no iba a disfrazarse para las habituales y esperadísismas fotos de familia de estas reuniones, ayer se doblegó ante la indumentaria protocolaria decidida por el país anfitrión: camisa de seda de cuello mao para los caballeros (por su parte, las damas vistieron el típico traje qipao). Obviamente, la prenda comunista por excelencia en el dirigente norteamericano se puede interpretar como la pérdida de hegemonía de EEUU sobre el gigante asiático.
[…] la indumentaria iba más allá de lo anecdótico y suponía la representación gráfica de la claudicación de Obama ante el empuje de China, una idea que sobrevoló toda la cumbre. Después de años de […]