Cuando el cinismo de una persona es sumamente exagerado me da por reír. Ejemplo: la rueda de prensa de ayer de Esperanza Aguirre. Qué fenómeno la tía: está tan indignada con la corrupción política de su partido (y sus protegidos) que se clava un broche en el pecho con el emblema de Podemos. Qué tiemble Pablo Iglesias: las estratagemas (indumentarias) de la presidenta del PP madrileño son inescrutables 😉
Tienes razón. A mí el cinismo exagerado también me hace reir. Por eso me río tanto con Pablo Iglesias y su escudero Monedero.