Como para el gobierno español los conflictos de estos últimos días con Marruecos en la frontera de Melilla son meras anécdotas, sus ministros han continuado tranquilamente con sus vacaciones. Así, el ministro de exteriores, Miguel Ángel Moratinos ha disfrutado de largos paseos por los valles del Sur de Francia con estas pintas. Y ciertamente, esta instantánea bien merece una crisis.
Si hace unos días se mimetizaba con los dirigentes afganos, ahora se deja fotografiar con sombrero de paja, polo ajustado y colgante. Es difícil advertir si uno está divisando al ministro de exteriores español o al propietario del chiringuito de la esquina.
