La primera recepción de Letizia como reina en el palacio de Marivent. Look: vestido blanco asimétrico en el escote, de Felipe V(arela), y que ya habíamos visto en 2009; sandalias doradas de Magrit; y pendientes de Tous (la marca de joyería de los pobres). Y aunque el estilismo no me desagrada -quiero decir que se trataba de un atavío nocturno veraniego aceptable-, la pretensión de la asturiana de querer presumir de brazos me preocupa: ¿no ve lo que los demás? Porque aunque los brazos están bien tonificados (condición imprescindible para dejarlos a la vista), parecen dos alambres (ni tanto, ni tan poco). Vamos, que su delgadez extrema (sea o no genética) da grima. Que coma fabadas o que utiliza manga francesa. Yo, así, no puedo mirarla mucho rato porque me da la sensación de que se va a romper en cualquier momento.