La candidata socialista a las europeas tuvo que suspender ayer su visita a un mercadillo de Torrejón de Ardoz después de que varias personas le pidieran entre abucheos y pitidos que se largara de allí. Esta invitación a abandonar el lugar la interpretó Elena Valenciano como «se percibe un ambiente de rechazo general a los políticos». En fin, más allá de los eufemismos con los que nos sorprendan nuestros representantes para traducir un cada vez más extendido «estamos hasta… las narices de vosotros», llamaba la atención el broche rosetón que la socialista se colgó en la parte superior y central de su camiseta blanca (jamás he visto colgarse a alguien un broche ahí y ahora evidencio el por qué). A falta de blusas estampadas como las que luce Susana Díaz, Valenciano se conformó con esta peculiar versión.