La II cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) concluyó ayer en La Habana. Este tipo de encuentros siempre son interesantes gracias a que algunos representantes no visten al uso occidental y conseguimos salir de la rutinaria indumentaria diplomática. Sin embargo, pese a que la guayabera fue oficializada como indumentaria política para los cubanos, Raúl Castro prefirió enfundarse el traje y la corbata occidental. Ganas de internacionalizarse.
Me encanta esta foto de familia porque casi nadie mira al objetivo… Da la sensación de que a alguien se le ha caído un pendiente o un anillo y lo anden buscando;)
El bloque sin corbata: Mujica, Maduro (las camisas guerreras del venezolano son espantosas en todos los colores pero aún más en blanco. Encima estaba excesivamente arrugada -y no creo que sea lino- y se le veía el cuello de la camiseta interior… arghhhh), Morales (¿más gordito o solo me da a mí esa impresión?) y Correa. Pero así como el uruguayo y el boliviano son fieles a su reticencia al uso de la corbata, el presidente de Venezuela y el de Ecuador se sirven del lazo cuando les conviene.
Raúl Castro saluda a su homólogo mejicano. Curioso que la obsesiva perfección de Peña Nieto no logre superar ni siquiera a la figura de Raúl Castro. Porque al cubano, ya sea con guayabera o traje y aunque no cuente con la planta de su hermano, se le nota y mucho que recibió educación protocolaria.
Cristina Fernández de Kirchner sigue con el medio luto o con el bicolor Chanel.