Pequeños detalles no verbales en Rajoy que hubieran mejorado la reunión con Obama

Las comparaciones suelen ser odiosas y otras veces, por los motivos que sean, sencillamente resultan imposibles. Por lo tanto, era fácil adivinar que ningún milagro iba a impedir que el presidente español quedara en evidencia ante la presencia de uno de los hombres más cautivadores y elegantes del mundo. Sin embargo, hubieran bastado pequeñas correcciones en la comunicación no verbal e imagen de Mariano Rajoy para que el abismo entre los dos no hubiera sido descomunal.

1. Vestirse por los pies. A parte de la evidente diferencia de lustre entre zapatos (el de Obama, seguramente hecho a medida, reluce y el de Rajoy reclama cepillo y cera), el pie del español revela la tensión que sufre al apuntar hacia arriba. En cambio, el del americano, mucho más relajado, toma una pose natural. Se advierte  también el calcetín fino de Obama frente al tosco de Rajoy (media no apta para ese tipo de calzado).  Por último, la marca de los pespuntes del dobladillo del pantalón de Rajoy deberían haber pasado totalmente desapercibidos.

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2. La importancia de los pequeños detalles. El lazo de la corbata de Obama es un nudo simple, el de Rajoy no sé cómo deberíamos bautizarlo… La camisa del jefe del ejecutivo español sigue tendiendo hacia un tono grisáceo nada recomendable. La montura de las  gafas deben actualizarse de inmediato para dotar al líder del PP de cierta personalidad. El Farmatin es abusivo. El tono rosáceo de su piel no es nada favorecedor (más al lado de un tono de tez  como el de Obama) y con la barba canosa y el pelo castaño viejo no termina de cuajar.  Pero olvidémonos de todo eso…  El reloj de mano de Rajoy estuvo durante todo el encuentro con la prensa con la esfera boca abajo. O no se lo ajustó bien, o le queda grande o ha conseguido ensanchar la correa con tanto ponérselo y quitárselo para controlar el tiempo en sus discursos.

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El reloj de Barcak Obama, en cambio, permaneció siempre en su sitio.

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3. Qué hacer con las manos. Para enfrentarse a la prensa, Mariano Rajoy suele utilizar el recurso de sujetar un bolígrafo entre los dedos recomendado para oradores principiantes. Sin embargo, en esta ocasión tuvo que renunciar a su truco y las manos revelaron con total sinceridad los nervios que estaba sufriendo el presidente español. Mientras Obama parecía estar orquestando una banda, Rajoy gesticulaba duramente (en numerosas ocasiones golpeaba la palma de la mano sobre su pierna) cuando su mensaje verbal no lo precisaba.  Además, tampoco ayudó que jugara con su anillo de casado porque, aunque no sea cierto, le estaba transmitiendo a su interlocutor falta de compromiso y lealtad.

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560 341 Patrycia Centeno
3 comentarios
  • Como siempre muy atinada. Pregunta: ¿En América se lleva el anillo en la otra mano? Obama lo tiene en la mano izquierda, mientas que Rajoy la tiene en la mano derecha.

  • Patrycia Centeno

    Hola Jose,

    Sí, depende de la zona geográfica, el anillo de casado se coloca en una mano u otra. Por ejemplo, aquí en Catalunya se pone en la mano izquierda (el lado del corazón), mientras que en el resto de España se lleva en la mano derecha. Saludos!

  • Oh… yo tengo que seguir la corriente catalana entonces, porque lo llevo en la izquierda. 😉
    Pero claro que siempre he ido al contrario de todos, llevando el reloj en la derecha y no en la izquierda… xD

    A mí lo del reloj de Rajoy me recordó a cuando yo estaba en el instituto o en la universidad y tenía que hacer un examen: me colocaba el reloj con la esfera hacia abajo para no obsesionarme con la hora y los minutos que faltaban para terminar el examen… era mi intento de no ponerme nerviosa. ¿Será esa también la razón para el Presi? 😉

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