Stalin buscó ofrecer una imagen fría e impenetrable de su figura. Debido a sus numerosos complejos físicos, el uniforme, el bigote y el retoque propagandístico fueron claves para conseguir tal propósito. BSO Rocio Jurado – Ese Hombre
Pág. Espejo de Marx, ¿la izquierda no puede vestir bien?
(Península, 2013)