La líder opositora birmana recibió ayer, por fin, el Premio Sajarov con el que fue galardonada en 1990. Vestida con un traje de gala típico birmano con tres de los colores de la nueva bandera del país (verde, amarillo y blanco), llevaba prendida su sempiterna flor, a juego con el conjunto, en el pelo y un collar de perlas para decorar su cuello. Tras 15 años de arresto domiciliario ordenado por la junta militar, la Dama de Rangún se mostró emocionada por el homenaje de la Eurocámara.