Después de ofender a la España más rancia por «ni siquiera mojarse los labios en el brindis del día de la Hispanidad» -menudos alcohólicos estáis todos hechos-, la princesa ataca -provoca polémica- de nuevo. Ha sido esta misma mañana, durante una recepción en palacio, cuando Letizia Ortiz se ha presentado a la cita con una blusa de estampado leopardo de Felipe Varela -para variar- y una falda lápiz negra con cinturón grueso marcando su silueta de cristal -no creo que su extremada delgadez (aunque sea genética) sea algo para enfatizar. El toque print animal o «yoloquequieroesquemecomaeltigre» va a traer cola toda esta tarde y mañana. Veréis.