El velatorio de Hugo Chávez evidencia un pluralismo cromático incómodo para cualquier europeo acostumbrado a la sobriedad del negro. Si Maduro ha preferido emular a su mentor con una bandera venezolana en forma de chaqueta de táctel, a Diosdado Cabello le ha tocado lucir la popular franela roja. Entre el resto de mandos, también se representó la fuerza del verde militar. Mientras, el comandante, que reposa en su ataúd mucho más rejuvenecido, aúna todas estas posibilidades. Vestido con el uniforme de gala verde olivo, una camisa blanca y una corbata negra, todas sus insignias cuelgan del pecho y en su cabeza, cómo no, la boina roja con la que el comandante apareció por primera vez ante las cámaras de televisión para reconocer la derrota de su golpe de Estado.
Ya ayer por la tarde, ante la llegada de numerosos mandatarios internacionales, Nicolás Maduro sustituyó el chándal por el traje occidental (eso sí, con corbata roja). Y es que hoy, para el funeral, toca ser serio y vestirse de diplomático.
Que en paz descanse, lo primero. Y lo segundo, ¡no me puedo creer la segunda foto! ¿Seguro que no has hecho un montaje, Patry? Ay, esas chaquetitas de táctel chandaleras… las quemaría todas sin dejar rastro.