El expresidente de Cuba acudió ayer a votar a un colegio electoral de La Habana por primera vez desde que enfermó y delegó el poder a su hermano en 2006. El líder revolucionario de 86 años, muy encogido por la edad, llegó ataviado con una camisa de cuadros –habitual en su convalecencia- y una rebeca de punto negro de la firma francesa Lacoste. Esta vez sólo sus guardaespaldas lucieron el chándal Adidas.
¡Madre mía! Sí que está desmejorado. El tiempo no pasa en balde y los achaques tampoco… Eso de rendirse a una marca exponente del capitalista y del lujo. Uy, uy, uy….