Que se mueran los feos

Como muy bien decía mi abuela: “Ni guapa ni fea, del montón.”  Las guapas por ser guapas y las feas por ser feas lo tienen complicado en un mundo tan machista como éste. Y si no, que se lo pregunten a Catherine Ashton, la nueva súper-ministra de Exteriores de la UE.

“Ayer por la noche, los periodistas británicos en Bruselas seguían luchando, bajo un cierto shock, por encontrar un sentido a la estrategia de su Gobierno en la elección de una desconocida sin experiencia para el poderoso puesto de súper-ministra de Exteriores de la UE . Pero, además de su currículo, uno de los comentarios en los pasillos, en las salas de prensa y en las de reuniones, era el aspecto de Lady Ashton, que se sale de los cánones actuales de belleza”, narraba hoy María Ramírez para El Mundo.

Sobresaltada también por el titular –“La Ministra fea”-, no he podido evitar estudiar el texto. Y pese a mi asombro inicial, no es de extrañar que el anuncio de los dos nuevos líderes de la Unión –el de Ashton y el de Herman von Rompuy como presidente del Consejo-  haya derivado en lo que ha derivado. Mientras que el belga parece ser que no tiene ninguna experiencia, la inglesa, además de no poseer un currículum demasiado desarrollado, es mujer y “fea.”

Y es que la paridad es lo que tiene: mete a mujeres tontas y feas por todas partes.  Por mi parte, se me ocurren hombres muy poco agraciados e imbéciles de remate, pero se conoce que a éstos no los ve nadie. Pese a todo, la crónica de la periodista de El Mundo concluye así: “¡Es una broma!, repetían indignados los periodistas británicos, que de pronto ayer deseaban que Javier Solana se quedara en el puesto. Es cierto que el ex ministro español hubiera necesitado una buena hidratante hace unos años y un asesor de estilismo, pero para qué negar, que sus sonrisas y su sabiduría se echarán de menos.”

150 150 Patrycia Centeno