Vaya donde vaya, triunfa. Carla Bruni ha acompañado a su marido Nicolas Sarkozy a la Cumbre de la ONU para tratar los objetivos del milenio y su estilismo ha vuelto a impactar al mundo. Con un vestido negro y una coleta, su imagen recordaba a la de Audrey Hepburn en el film Desayuno con diamantes. Muy pendiente de la intervención del presidente galo -aunque habla cuatro idiomas, prefirió seguir el discurso de Sarkozy a través de un traductor-, el escote de su espalda eclipsó las reuniones de la jornada. Aunque estaba preciosa, como siempre, un atuendo más informal (y que ella, gracias a su clase, puede permitirse) hubiera pegado más con la causa: acabar con el hambre en el mundo.