Cuando la primera dama catalana acompañó hace un par de semanas a Artur Mas en su viaje oficial a la India debió anotar algunas ideas para el estilismo que luciría este fin de semana en la fastuosa boda de la sobrina del multimillonario Mittal. Lamentablemente, el atavío que Rakosnik ha acabado luciendo en el enlace -pese a su inspiración oriental- no ha entusiasmado ni a propios ni a extraños.
Se lo perdono. Como diría Josie (lo que él diga, va a misa), «atreverse es ganar». tenía la opción Trias, que era ir elegante occidental, pero se arriesgó y, aunque le haya salido de aquella manera, ¡bien por arriesgar! Eso sí: la estola, ni de piel ni de polipiel. Sobraba.