«No hablo sin tacones»

Del “sólo hablaré en presencia de mis abogados” de las películas policiacas americanas o el “això no toca” con el que se disculpaba el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol, al polémico “no hago declaraciones sin tacones”, de Esperanza Aguirre. Cualquier excusa resulta útil cuando hay que cerrar el pico.

Son tan escasas las ocasiones en las que la presidenta madrileña Esperanza Aguirre acude a un acto público a ras de suelo, que los periodistas que la acechaban desconocían que la popular más polémica no hace declaraciones si no está en las alturas.

Así,  el pasado miércoles, la excepción de su vestimenta, llevaba manoletinas -oigan, a ver, hasta Letizia las lleva-, le sirvió para excusarse ante los periodistas. Ella no hacía declaraciones «sin tacones», aseguró tan tranquila mientras los objetivos de los fotógrafos caían inmediatamente e irremediablemente hasta la altura de los tobillos.

La frase ha creado escuela y un torbellino de críticas. La oposición le pedía a Esperanza Aguirre que se volviera a subir a los tacones para que recuperara la voz y pudieran escuchar sus explicaciones: «Esperemos que la altura de los tacones de la señora Aguirre le permita contestar a las preguntas de la oposición», bromeó la portavoz socialista en la Asamblea, Maru Menéndez.

Pero no sólo la oposición se ha subido al debate de los tacones de Aguirre. El vicesecreatario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, dejó claro que él no sabe lo que es estar mudo por falta de altura en los talones. «Como yo siempre he hecho declaraciones con zapato plano no sé lo que se siente cuando uno tiene que hacerlo con tacones», explicó con el mismo tono irónico que usó la presidenta regional. Y desde mi más humilde posición (4 centímetros de más), le advierto a  González Pons que no sabe lo que se pierde. Pues cuando yo me calzo un buen tacón, me pongo al mundo por montera. De hecho, con una americana, mis pitillos negros, mi cinturón XXL de tachuelas y mis botines de tacón, me meriendo a quién haga falta. Ñam-ñam…. Y supongo que, a Aguirre le sucede más de lo mismo.
  
Lo peor para los periodistas que siguen habitualmente a la presidenta regional es que, el jueves, Aguirre recuperó sus tacones pero, pese a sentirse más alta, no ha quiso hablar ni hacer declaraciones sobre la suspensión de militancia del vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo.

En fin, si la cosa sigue así, me veo a los jueces calzándoles manolos a todos los políticos corruptos para que canten lo que quieran o, por ejemplo, Suspiros de España.

 

Son tan escasas las ocasiones en las que la presidenta madrileña Esperanza Aguirre acude a un acto público a ras de suelo, que los periodistas que la acechaban desconocían que la popular más polémica no hace declaraciones si no está en las alturas.

Así,  el pasado miércoles, la excepción de su vestimenta, llevaba manoletinas -oigan, a ver, hasta Letizia las lleva-, le sirvió para excusarse ante los periodistas. Ella no hacía declaraciones «sin tacones», aseguró tan tranquila mientras los objetivos de los fotógrafos caían inmediatamente e irremediablemente hasta la altura de los tobillos.

La frase ha creado escuela y un torbellino de críticas. La oposición le pedía a Esperanza Aguirre que se volviera a subir a los tacones para que recuperara la voz y pudieran escuchar sus explicaciones: «Esperemos que la altura de los tacones de la señora Aguirre le permita contestar a las preguntas de la oposición», bromeó la portavoz socialista en la Asamblea, Maru Menéndez.

150 150 Patrycia Centeno
2 comentarios
  • […] ir calzada con unas bailarinas, advertir a los periodistas  que no hacía declaraciones “sin tacones”. Contribuir a la absurda guerra de la moda española entre diseñadores catalanes y […]

  • Esperanza Aguirre, la mejor calzada | Política y Moda

    […] por su apoyo a “la moda española” y su apuesta por los zapatos “Made in Spain”. Desde su “no hago declaraciones cuando voy plana” hasta sus calcetines de avión con sandalias tras sufrir un atentado, repasamos sus mejores pasos […]

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