Sonsoles Espinosa es lo mejor que tiene Zapatero. Y declaraciones como ésta lo demuestran. A través de un amplio reportaje con citas de algunos de sus más allegados, Vanity Fair retrata el perfil de la esposa del presidente español; una mujer a la que, pese a ser cantante de profesión, no le gusta dar la nota.
Con un “yo estoy cuando hay que estar” o “a mí el pueblo no me ha votado”, Sonsoles Espinosa recuerda que está casada con Jose Luis y no con el presidente del gobierno. “Ella lo tiene claro, pero sufre la presión del resto; de la opinión pública y del propio PSOE”, asegura la publicación. “Su metro ochenta y uno –continúa el reportaje-, el sofisticado corte a lo garçon que luce desde el segundo mandato de su marido y su peculiar indumentaria hacen que los flashes se disparen a su pesar. Como ocurrió en el pasado abril, en la visita oficial del mandatario francés Nicolas Sarkozy y su mujer Carla Bruni. Ese día compitió con la ex modelo sin querer y se habló más del look de ambas que del encuentro en sí. Ni doña Letizia le robó el protagonismo. ” Pero según una de sus amigas, “Sonsoles no se considera la primera dama. Ése es un papel que corresponde a la Reina y luego está la princesa de Asturias.”
Cambio de imagen
Pero la figura de Sonsoles no está completa sin recordar su cambio de imagen desde la victoria de su marido. “Aunque su entorno repite que a Sonsoles, a diferencia que a su marido, el poder no la ha cambiado, lo cierto es que ya poco queda de aquella chica alta de provincias que vestía clásicos trajes de chaqueta y se escondía tras una melena cuadrada ochentera. La mujer que abrazó a Rodríguez Zapatero en el mitin madrileño de Vistalegre en 2008, que dio el pistoletazo de salida a la campaña electoral, había experimentado un cambio de imagen radical. Y aunque Sonsoles busca pasar desapercibida, se ha ido sofisticando y, sin querer, como le pasaba en la facultad, llama cada vez más la atención. Hay quien dice que parte de este cambio se debe a que en el segundo mandato de Zapatero la figura de su mujer parecía que se iba a convertir en la nueva Jackie Kennedy”, apunta la revista. Pero desde la agencia de publicidad Sra. Rushmore, que diseñó la campaña electoral socialista, lo desmienten: “Ni Sonsoles ni sus hijas fueron un elemento de campaña, así se nos transmitió. El político es el marido, no ella.”
Pero sobre la imagen de Sonsoles quien puede hablar es su mentora, Elena Benarroch. “Confió en mí porque llevo 30 años en esto. No es de las mujeres a las que se les cambia el estilo en dos días. Le tiene que ver la parte práctica. El pelo corto le convino porque se adapta bastante a sus rutinas, porque ella va casi diariamente a la piscina para entrenar sus pulmones. En cuanto a la ropa, no le interesa la moda, no es una fashion victim. Busca prendas cómodas, poca alta costura, botas y zapato plano porque con tacón no se siente segura. Es una mujer muy guapa, que sólo quiere ir correcta dentro de su estilo.”
La familia Monster
Benarroch reconoce que es una mujer de presidente atípica si se la compara con Carmen Romero –mujer de Felipe González durante su mandaro-: “Las dos son personas discretas en la manera de vestir. En cuanto a personalidad, la principal diferencia es que Carmen es política y Sonsoles, no.”
Sobre la polémica fotografía de las hijas de Zapatero, de estética gótica, con el presidente Obama, Benarroch entiende que “quizá –los padres- tendrían que haber consultado a sus asesores de estilo para vestir a las chiquillas… “Se hizo noticia de una anécdota”, sentencia la diseñadora (querida, las mejores noticias fueron una anécdota).
[…] mucho de los consejos y los recursos de su amiga Elena Benarroch. Ha sido criticada por el vestido que lució a la boda de los príncipes de Asturias en 2004 e […]